Arturo Vega Zaldívar
La conferencia inaugural del XVI Congreso Internacional Administración y Tecnología para la Arquitectura, Diseño e Ingeniería. “Prospectiva del Diseño 22-30” la presentó la Arq. Karen Poulain Jiménez, del despacho Raíz Arquitectura, dedicado diseñar espacios de alta calidad con el menor impacto ambiental y a asesorar e impartir talleres de arquitectura en tierra y materiales naturales y alternos para optimizar los recursos naturales.
Después de ser becada para estudiar una maestría en la Universidad Politécnica de Barcelona, España, regresó a México para desempeñarse profesionalmente. El trabajo profesional de Poulain Jiménez se centra en el reconocimiento y uso de materiales naturales y técnicas constructivas ancestrales y locales, mismas que utiliza en sus proyectos.
El título de la ponencia, “Regresar a los orígenes” tiene relación con la investigación de materiales nativos de cada región; “me di cuenta de la importancia de regresar a lo que éramos, lo que estábamos haciendo y lo que podemos hacer con materiales naturales.”
Compartió la manera en que empezó “el amor e interés por la tierra”, particularmente por el adobe, cuando introdujo por primera vez sus pies y manos en la tierra para hacer adobes; “fue una conexión directa con el material y meter los pies en la tierra es una experiencia inolvidable”.
Sustentó su actividad profesional con ejemplos de edificaciones históricas construidas con materiales naturales en diversas latitudes del planeta, entre ellos, la mezquita de Djeneé en Malí que tiene estructura de madera, muros de tierra, es resistente y protege del sol.
La arquitecta sostuvo que “a veces creemos que los edificios inteligentes son los que abren las ventanas, te indican la temperatura del lugar; la inteligencia va más allá de automatizar los edificios” como es el caso de la ciudad de Shibam, Yemen, donde utilizaron métodos diversos para contender con el clima prevaleciente en el desierto, que en promedio es de 42°; las losas están pintadas de blanco para repeler los rayos solares; los pisos son de tierra; riegan agua en las calles y cuenta con sistemas bioclimáticos para habitar esa ciudad construida hace más de 400 años.
En México, la ciudad prehispánica de Paquiné, en el estado de Chihuahua, considerada Patrimonio Mundial tiene muros de tierra; “el concreto de tierra, no es un sistema constructivo actual, sino tradicional en México que se utiliza desde el siglo X”.
“Lo que importa es entender a la tierra, la diversidad de la misma en nuestro territorio y sus componentes y debido a los diferentes tipos de tierra también tenemos diferentes sistemas constructivos que dependen de la cantidad de agua o humedad para su eficacia; el adobe requiere una determinada cantidad de agua para tener una mezcla mucho más plástica porque se utilizan pies, manos y moldeado, es decir es maleable y, en cambio, la tierra compactada requiere menos agua y herramientas para su tratamiento”. Los diferentes sistemas constructivos están relacionados con el contenido de agua y otros materiales que se requieren, entre ellos encontramos bloque de tierra compactada, tapial, adobe y bahareque.
De construcciones históricas transitó a la arquitectura contemporánea mencionando que el alemán Martín Rauch realizó la Capilla de la Reconciliación en Berlín con muros tapial y celosía de madera de 60 centímetros de diámetro y su forma permite la estabilidad estructural de la construcción; Anna Heringer edificó en Bangladesh, India, escuelas con muros de cob y celosías de bambú y Diébedo Francis Keré construyó en África hospitales y escuelas con materiales de la zona, utilizó sistemas constructivos con tierra comprimida, implementó captación pluvial y muros térmicos
Después mostró imágenes de su primera casa construida con tierra hace nueve años en el municipio de Toluca, Estado de México, y denominada Casa Raíz, la cual contó con muros doble de tierra comprimida que funcionan de cámara de aire interior y aislante, además de generar clima interior estable y confortable para un usuario que padece asma; el patio central se diseñó para contar con iluminación natural, ventilación y circulación de aire óptimo; también cuenta con piso de bambú flotado y losa aislante.
“La tierra para este y muchos casos es un material poderoso con respecto a otros porque mantiene la temperatura interior; genera ahorro energético, además de mejorar la calidad de vida de los usuarios. La tierra es imperfecta y es lo que la hace bonita; tiene la capacidad de ser bella a pesar de sus imperfecciones”.
Agregó que, en su segundo proyecto, realizado en Puerto Escondido, Oaxaca, experimentó con otra técnica para construir una barda perimetral con cimentaciones de concreto y muros de tierra compactada. La tierra tiene esa capacidad flexible para construir y recomendó combinar tierra con fibras para evitar la retracción, como lo hizo en su segundo proyecto donde utilizó tierra y fibra de cascara de arroz para que funcionara mejor y genere mayor resistencia.
Para la especialista en bioarquitectura, los diferentes sistemas constructivos con tierra y otros materiales han demostrado resultados positivos en cuanto a funcionalidad y estructura de la edificación.
Para Karen Poulain Jiménez, su lema es Más tierra, menos cemento y asegura que la tierra es el futuro; los biomateriales son el futuro y la arquitectura es una manera de mejorar la calidad de vida del mundo.
El XVI Congreso Internacional Administración y Tecnología para la Arquitectura, Diseño e Ingeniería. “Prospectiva del Diseño 22-30”, realizado del 31 de agosto al 2 de septiembre, incluyó doce conferencias, dos paneles y una exposición virtual titulada “Luces, sombras y transformaciones” y fue organizado por los integrantes del Área de Investigación Administración y Tecnología para el Diseño del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la Unidad Azcapotzalco.